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21,85 €A finales de los años sesenta, con la música pop convertida en el alimento anÃmico de miles de jóvenes en España, y todavÃa bajo el peso de la dictadura, se produjo la tan esperada revolución rockera que ya anidaba en gran parte del mundo después del fenómeno Beatles y “los felices sesenta”, de los que aquà no disfrutamos demasiado. Llevar el pelo largo no estaba bien visto. Ser hippy era ser drogata. Amar el rock te convertÃa en un disidente peligroso para los buenos usos y costumbres del pacatismo nacional. Pero aquello ya fue imparable. 1969 empezó a cambiarlo todo, y al alumbrar los setenta, al producirse y estallar la mejor etapa de la Historia del Rock, por fin vivimos y disfrutamos de la mejor de las músicas, incluso en vivo, con las primeras actuaciones de algunos grandes. SeguÃa la censura global, los discos no llegaban o lo hacÃan tarde y, además, en algunos casos, cruelmente amputados. La prensa musical de los primeros años setenta (Franco murió a fines de 1975) fue una prensa heroica, única. Gracias a ella y a los que comenzaron a tomarse en serio esta vocación, como profesionales de la información, los miles de adictos se enteraban de lo que sucedÃa y cómo sucedÃa, porque ni la TV y raramente la radio programaban a la mayorÃa de grupos rockeros. En este contexto, como dice Jordi Bianciotto en el prólogo de este libro, la figura de Jordi Sierra i Fabra fue capital: “Con él empezó todo”. Estas son algo más que unas “memorias” nostálgicas. Es el testimonio del tipo que “estuvo ahÔ, que convirtió Disco Expres en un referente y cofundó algunas de las publicaciones esenciales de esta historia, amén de escribir decenas de biografÃas y enciclopedias que marcaron un hito por únicas. Un libro que hace justicia a un tiempo y que cuenta el nacimiento de esas revistas con precisión milimétrica (fechas y datos), una de las caracterÃsticas de esa enciclopedia con piernas que es Jordi.