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46,55 €El capÃtulo central de la filosofÃa primera es hoy la recepción verdaderamente crÃtica del pensamiento de Martin Heidegger. A esta tarea se han dedicado, desde perspectivas diversas, sobre todo, tanto Michel Henry, con su obra capital, La esencia de la manifestación, y Emmanuel Levinas, con su texto más logrado, Totalidad e infinito.
El objetivo perseguido por ambos puede resumirse en intentar liberar a la filosofÃa primera de todo planteamiento trascendentalista, para volver a entenderla como ontologÃa, o para volver a entenderla como ética. Siempre vista desde la diferencia, pero no precisamente tal como la comprendÃa Heidegger. Mientras que la filosofÃa trascendental se limita a señalar condiciones de posibilidad lógicas o subjetivas, la ontologÃa busca acceder al ser mismo como última condición, y la ética, a la alteridad radical de mismo y otro.
En este sentido, la originalidad de Henry consiste en comprender al hombre mismo, a la vida en él, no como un ente en el interior del horizonte del ser, sino como la esencia misma, el ser mismo. La verdad más originaria soy yo mismo, mi carne subjetiva misma. El hombre no se hunde en el océano de la sustancia, ni en el de la historia del espÃritu absoluto, ni en el acontecimiento impersonal del ser. No tiene ya que temer la disolución de su existencia en sistema alguno. Es vida en la Vida.