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14,25 €Â«Si no es posible dialogar con el autor, dialoga con su obra». De este aforismo, de este principio estético, parte la idea de dialogar con la IlÃada.
Dialogar con la IlÃada es dar un tranquilo y pausado paseo por una amplia avenida que ofrece al caminante un esplendoroso escaparate de una vida, real e imaginaria, recreada poéticamente, fuente de inspiración, de discusión, de análisis y sÃntesis, de enfrentamientos (partidistas, gremiales, doctrinarios, totalitarios a menudo) que se han venido produciendo desde que esta singular obra fuera «publicada» hace ya bastantes siglos hasta nuestros dÃas, y que, presumiblemente, perdurarán en el futuro.
El diálogo con la IlÃada debe realizarse sin ningún juicio apriorÃstico; solo de esta forma es posible gozar de una apacible conversación en la que se va descubriendo una manera de entender y vivir de una sociedad que ha dejado una huella indeleble en el humano devenir. Esta es, precisamente, la apuesta de estas páginas. En este diálogo desfilan ante nosotros personajes de perfiles muy definidos que han sido, son y serán (a buen seguro), fuente de inspiración. Y que nos descubren cómo ellos -y las sociedades que representaban- entendÃan el ciclo vital, la idea de una naturaleza que querÃan comprender, a la que querÃan pertenecer con todas sus fuerzas, y a la que, sobre todo, amaban. Diálogo en el que se va plasmando la especial relación Hombre/Idea, la forma de afrontar conceptualmente su mortal existencia, frente a fenómenos a los que todavÃa no les podÃan dar una explicación razonable.
La IlÃada nos permite, además, dialogar con la geografÃa, los pueblos, las regiones y ciudades, la estrecha relación que existe -para bien o para mal- entre el hombre y la tierra, y cómo cada una de estas partes afecta a la otra.
Pero sobre todo la IlÃada nos permite dialogar con nosotros mismos y esto es precisamente lo que confiere a esta excepcional obra universal toda su grandeza y esplendor.