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9,50 €Apenas un puñado de poemas podrÃa atribuirse con certeza al legÃtimo Omar Jayyam, como señala Sadeq Hedayat. El resto es suposición e impostura, si consideramos que el manuscrito más antiguo conservado data de 1360 y es por tanto cerca de tres siglos posterior a la obra original. Para entonces, los anónimos creadores que tenÃan, en tiempos de supersticiosos dogmas, una visión urgente y desesperanzada de la vida, ya se protegÃan del reproche moral y la sanción pública en la casa común de Jayyam. También los que querÃan dar prestigio y fama a su obra. Quienes necesitaban salvar al poeta de sà mismo con una interpretación sufà incorporaron textos que avalasen una lectura piadosa y redentorista. Entre todos fueron creando la obra de Omar Jayyam, tan razonablemente compleja como milagrosamente unitaria; obra que, a falta de canon seguro, crece regenerándose y ramificándose desde su oscura y fértil raÃz. La fugacidad de todo paso por la tierra ?ese lujo de dioses reservado a los mortales?, el tamaño de nuestra ignorancia e insignificancia, las astucias de una vida dignificada, el silencio divino ante el clamor humano, la tajante ejecución de la pena de muerte, la turbia búsqueda del amor y su concreta felicidad? Nadie se sentirá extraño a unos versos que hablan de lo que más importa, que se hacen eco de nuestras inquietudes vitales. Javier Almuzara